La demencia representa un proceso neurodegenerativo cuantitativa y cualitativamente, diferente al producido en el envejecimiento normal.
Se caracteriza por la presencia de déficits cognitivos persistentes, que interfieren en el funcionamiento cognitivo, social y ocupacional.
Las causas más frecuentes de demencia son las enfermedades neurodegenerativas (enfermedad de Alzheimer, demencia con cuerpos de Lewy, degeneración lobular frontotemporal) y la enfermedad vascular cerebral.
Prácticamente todas las demencias potencialmente reversibles, en caso de no ser tratadas en el momento oportuno, pasan a ser demencias irreversibles, ya que el deterioro cerebral no puede ser corregido por los mecanismos de reparación neuronal. Todo tipo de demencia, tiene mejor pronóstico si se aplica un buen tratamiento preventivo. El diagnóstico precoz de las demencias es fundamental para prevenir los deterioros que harían irreversibles el proceso.